martes, 21 de febrero de 2012

PROPORCIONES DE LA CARA


LA CARA. SUS PROPORCIONES ESTÉTICAS
Cuando el ser humano es capaz de percibir, captar y comprender el orden, simetría, y armonía de las cosas, propiedades estas que posee el mundo, estamos en presencia del Concepto de Belleza.
El concepto de Belleza es una percepción subjetiva influenciada por numerosos factores de la sociedad e interpersonales, es decir, el alma humana tiene la simpatía y compenetración para captar y comprender estas propiedades pero esto varía de acuerdo a su idiosincrasia, personalidad, edad, cultura, religión, raza, filosofía de la época e incluso motivada por los medios de comunicación globalizados que tratan de imponer patrones estéticos. Cada persona tiene su propio concepto de la belleza, es decir, el concepto individual de belleza que determina la forma de mirar, concebir, juzgar y de razonar frente al mundo que los rodea.
El Arte ha sido la manifestación universal de lo bello, mediante la pintura, escultura, arquitectura se ha expresado una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado. Nosotros incorporaríamos a esta manifestación artística de lo bello aquellas ramas de la medicina que tienen que ver con la apariencia del ser humano.
Arte. Manifestación de lo bello sea corregir un defecto físico o perfeccionar algún rasgo de su fisonomía, los cirujanos plástico, maxilofaciales, protésico etc. deben complementar sus habilidades técnicas con los conocimientos artísticos y el desarrollo espiritual individual para lograr simetría, armonía, balance y proporción en el resultado de nuestro trabajo diario. Como decía Carrel “La habilidad para captar y percibir lo Bello, se cultiva y se desarrolla al igual que el conocimiento científico”.
Reseña histórica:
Los egipcios descubrieron las proporciones divinas por análisis y observación buscando medidas que le permitieran dividir la tierra de manera exacta a partir del hombre; encontraron que el cuerpo humano media lo mismo de alto que de ancho con los brazos extendidos y que el ombligo es el punto de división de la altura. Los griegos buscaban para describir la belleza acorde a una colección de líneas y ángulos matemáticos. Filósofos griegos han dirigido el desarrollo de un principio general de juzgar la cara humana como atractiva debe poseer gran grado de simetría.
Sin desarrollar el concepto en tratados escritos, ya los  egipcios utilizaron en la práctica el canon para la representación escultórica de la figura humana, pero en lugar de tomar la cabeza como módulo, lo hicieron con el puño, de forma que los cuerpos tenían de alto 18 veces el tamaño del puño, distribuido proporcionalmente en distintas partes del cuerpo (dos para el rostro, diez desde los hombros a la rodillas y seis desde éstas hasta los pies).
La plasmación literaria de esta idea fue explicitada en la Grecia clásica por Policletoescultor del siglo V a. C., en un libro técnico titulado El Canon. Aunque el texto no se ha conservado, fue ejemplificado por el artista en sus obras Doríforo y Diadúmeno. En ellas estableció que la altura perfecta de una figura humana era siete veces la altura de la cabeza. En el siglo siguiente las figuras aparecen más esbeltas, como en el Apoxyómenos de Lisipo, o en obras de Praxíteles (Hermes de OlimpiaApolo Sauróctono), que corresponden a un canon que llega hasta las 8 cabezas.1 Para Plinio el Viejo, esta diferencia respondía a un criterio estético esencialmente distinto: los artistas del siglo V (Mirón, Fidias, Policleto) habrían representado al hombre tal como es; mientras que los del siglo IV (Praxíteles, Scopas, Lisipo) lo habrían representado tal como el ojo los ve, es decir, superaron el canon racional mediante una fantasía que permite mayor expresividad y refinamiento óptico.2 Vitrubio dejó asentados estos conceptos, ampliados otras proporciones entre distintas partes del cuerpo humano, que fueron reelaboradas por los artistas del Renacimiento, especialmente por Alberto Durero3 y por Leonardo da Vinci (hombre de Vitruvio).
En la edad contemporánea, el arquitecto francés Le Corbusier creó un nuevo canon de proporciones humanas al que denominó modulor (2,26 metros de altura), para aplicar tanto en la construcción de edificios como en el diseño de mobiliario y objetos comunes.
Policleto (450-420, a.c.), escultor griego del periodo clásico, fue el más famoso después de Fidias. Realizó un cuidadoso y pormenorizado estudio sobre las proporciones del cuerpo humano, un canon de la belleza ideal masculina basado en estrictas proporciones matemáticas. Sus figuras poseen una marcada musculatura y los rostros son cuadrados más que ovalados, con frentes anchas, narices rectas y barbillas pequeñas. Existen réplicas en mármol de sus estatuas más famosas, tales como el Doríforo.
“Según la opinión de todos los médicos y filósofos, la belleza del cuerpo humano se basa en la proporción simétricas de sus miembros”.
El busto pintado de perfil de la princesa Nefertiti esposa del rey Amenofis IV (periodo Amarna 1350- 34 a.c, Policleto),  es una de las piezas del arte Egipto antiguo más conocida. Su nombre significa “Ha llegado la belleza”. Si observamos y analizamos sus proporciones estamos en presencia de un rostro atractivo, bello. ¿Es la mujer actual más hermosa?
El Hombre de Vitruvio u Hombre Vitruviano es un famoso dibujo acompañado de notas anatómicas de Leonardo da Vinci realizado sobre el 1490.
Estatua de Doríforo: Busto pintado de la princesa Nefertiti (período Amarna 1340 A.C.) de sus diarios. Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones sobreimpresas de brazos y piernas e inscrita en un círculo y un cuadrado. También se le conoce como el Canon de las proporciones humanas. Símbolo de la simetría básica del cuerpo humano y, por extensión, del universo en su conjunto. El dibujo está realizado en lápiz y tinta y mide 34.3 x 24.5 cm.
Leonardo Da Vinci, genio florentino, gran maestro del Renacimiento se apoya para crear este dibujo en los trabajos realizados por Marcus Vitruvio Pollio (70 – 25 a.c.), arquitecto e ingeniero romano, quien escribió diez libros de arquitectura (De architectura) único tratado sobre esta materia de la antigüedad que ha llegado a nuestros días, dice que la simetría consiste en el acuerdo de medidas entre los diversos elementos de la obra y éstos con el conjunto. Vitruvio ideó una fórmula matemática para la división del espacio dentro de un dibujo, conocida como la sección áurea o de oro, también estableció una afinidad entre el hombre y las figuras geométricas al descubrir que el hombre, de pie y con los brazos extendidos, puede inscribirse en un cuadrado, y si separa las piernas puede inscribirse dentro de un círculo que tiene como centro el ombligo. 
Estas ideas sobre la armonía y la proporción tomaron un nuevo impulso catorce siglos después, durante el Renacimiento italiano. Un matemático, que además era sacerdote, Fray Luca Paccioli, la denomino divina proporción, sosteniendo que era una de las múltiples razones o cocientes que podían expresar una proporción numérica. Esta fórmula matemática permitía adaptarla al hombre y humanizarla, lo que ha hecho su perennidad a través de los siglos. Dentro de la colección de dibujos de Leonardo da Vinci destacan los estudios sobre anatomía humana, proporcionalidad y su aplicación en el arte Ej. La toma de medidas de las proporciones de la cara, pero no fue el único que intentó ilustrar las divinas proporciones del cuerpo humano, otros artistas lo habían intentado con diferentes grados de éxito.
Alberto Durero (1471-1528), artista alemán, una de las figuras más importantes del renacimiento, afirmaba que la geometría y las medidas eran la clave para entender el arte renacentista italiano. Su interés por la geometría y las proporciones matemáticas lo motivo para realizar su tratado más conocido Vier Bücher von menschlicher Proportion (Cuatro libros sobre las proporciones humanas, publicado a título póstumo en 1528).
En el siglo XVI después de Cristo, se desarrolla una corriente de pensamiento según la cual un individuo “feo” es decir carente de belleza no era tan sólo que se incumpliera con las medidas externas de proporcionalidad sino que posiblemente estábamos en presencia de un enfermo mental o de un criminal.
Aspectos a considerar en el análisis facial:
 Debemos tener presente en el análisis facial evaluar cinco factores que influyen en la interpretación y el éxito de los resultados alcanzados en una cirugía o rehabilitación protésica de la cara. Aunque existen muchos elementos que pueden afectar esto, los siguientes merecen ser considerados: Edad, Raza, Sexo, Hábito corporal y la personalidad del individuo.
Edad: El envejecimiento conjunto de modificaciones inevitables e irreversibles que se producen en un organismo con el paso del tiempo y que en el hombre estas modificaciones comprenden la reducción de la Figura. Segmentos de la Cara, según Leonardo Da Vinci. Proporciones de la cabeza, según Alberto Durero flexibilidad de los tejidos, la pérdida grasa en el tejido subcutáneo, perdida del colágeno etc., por lo que la piel comienza a abolsarse cayendo en pliegues y arrugas que dan como resultado la traslación de las proporciones faciales a favor de las secciones superiores mediante la calvicie con el retroceso de la línea de implantación del cabello, la caída de la punta nasal, perdida de los dientes y lipodistrofia subcutánea que acentúan el esqueleto facial.
Generalmente, los signos de envejecimiento facial aparecen a partir de los 30 años de edad motivando en la mayoría de los pacientes la búsqueda de tratamiento médico-quirúrgico (Cirugía Plástica, cosmetología) que mejoren su apariencia.
Raza: Es la forma de clasificar al ser humano de acuerdo a sus  características físicas y genéticas siendo identificada  principalmente por el color de la piel, pero la apariencia y rasgos faciales son muy importantes a la hora de realizar un análisis de las proporciones de la cara. Watkins y Lubit en 1992, realizaron un estudio en 25 pacientes de la raza negra y concluyeron que los cambios en el perfil blando tienen magnitud impredecible y que la característica étnica del perfil labial respondió con una notable reducción en la convexidad del perfil  Roland Song Teca y James D Smith (1999) estudiaron a 100 mujeres chinas seleccionadas al azar y sus proporciones estéticas faciales fueron analizadas por medio de fotografías. Uno de los resultados encontrados   es   que   el   promedio   del  ángulo mentocervical fue de 93.3  0  que nos indica que es mayor comparado con las personas caucásicas donde el promedio se encuentra en 87.5 0, según estos autores se debe a la menor proyección del mentón. De igual manera el ángulo naso frontal hallado fue mayor en estas pacientes chinas.
Sexo: Entre el hombre y la mujer existen diferencias en su apariencia facial, evidencias en estas proporciones es la nariz como profundizaremos más adelante. Los hombres tienen el arco supraorbitario más prominente, los ojos más pequeños y la talla cefálica mayor que la mujer. El rostro de la mujer tiende a ser más redondo, con líneas curvas mientras que los hombres sus complexiones son más fuertes y angulares.
Hábitos corporales
Existe correspondencia entre la apariencia facial y los hábitos corporales, los individuos brevilineos, tienden a tener cara ancha y redondas, con nariz pequeña y ancha, mientras los individuos longilineos tienden a tener caras alargadas y delgadas con nariz grande y estrecha.
Personalidad: La expresión de la cara nos ofrece una impresión del individuo, podemos juzgar a través de los signos faciales la personalidad. No solo con el lenguaje oral nos comunicamos, con la mímica podemos expresar nuestros sentimientos, deseos, tendencias etc. expresar alegría, pena, furia, asco, sorpresa o  Miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario